domingo, 26 de julio de 2015

Capítulo 45

"Otra oportunidad" repetía mi mente una y otra vez de manera rápida. A decir verdad, nada quería más en el mundo que estar con ella, pero necesito una estabilidad. Siento que hoy tengo que ser egoísta y pensar en mi. Sé que me va a partir al medio –aunque en gran medida ya lo esté–, pero lo necesito. Necesito volver a mi país, con mis amigos, poder aceptar el fallecimiento de mi familia, aceptar que físicamente ya no están y que al ir a mi ciudad, al recorrer los lugares que solíamos recorrerlos juntos no duela tanto, y sobre todo curarme. No soporto un dolor más de cabeza.
–Pau–suspiro– sabes que sos la persona a la cual mas amo, la más importante... –me interrumpe
–Pero...–dice con lágrimas en los ojos y mi siento el peor ser en la tierra.
–Pero necesito irme, perdón. Puede que solo esté pensando en mi, pero es algo que necesito.
–¿Y qué va a pasar con nosotros? ¿Nuestro amor no es suficiente?
–Si nuestro destino es estar juntos, el tiempo nos va a volver a juntar.
–¿Y si no?–dice a la vez que pequeñas lágrimas comienzan a desprenderse de sus ojos.– ¿acá termina todo?
–No–respondo automáticamente. No puedo imaginarme una vida sin ella– estar separados nos va a hacer bien. Lo necesitamos. Aunque no te des cuenta ahora, es así.
–Te voy a extrañar mucho.
–Y no te das una idea cuanto yo.
–¿Y no hay ninguna posibilidad
...– ahora la interrumpo yo.
–No Pau. Te juro que es algo que necesito.
–¿Mas que a mí?
–Hoy sí–respondo totalmente partido.
–Lo acepto, aunque no comparta tu pensamiento. ¿Vamos a seguir hablando?
–Sí. Claro. No creo poder hacer de un día para otro como si no existieras, además no es mi intención–digo a la vez que me acerco a ella y la abrazo. Fuerte–.
–Ojalá puedas resolver todos tus problemas, y tu enfermedad. Desde aquí te voy a apoyar. Siempre–se separa apenas de mi pecho y me mira fijamente– te amo.
Sin poder resistirme, llevo mis manos a sus mejillas y las acarició suavemente.
–Yo también, más de lo que podes imaginar.
Ella cierra sus ojos como señal de entrega, y es lo que necesito para mi boca con la suya.
Entre abre sus labios y capturo el inferior con los míos, sintiéndome pleno.
Sus brazos se cierran en mi cuello, acercándome mas a ella.
–No te vayas, por favor –susurra entre besos.
–No me pidas eso, por favor–digo separándome.
–Soy egoísta, lo sé, pero es lo que necesito y quiero. Y estoy segura que en el fondo vos también.
–No hay vuelta atrás en mi decisión. Respeta eso, por favor.
 –Pareciera que lo nuestro ya no vale.
–No. No des vueltas las cosas. Lo nuestro vale todo, ya te lo dije, pero también te dije lo que necesito. No quiero pelearme con vos.
Ella niega con la cabeza, apartándose completamente de mi aún desprendiendo lágrimas de sus ojos.
–Supongo que este es el fin...–dice mirándome.
–Sí...
–Que te vaya bien, te deseo lo mejor.
–Pau, no quiero irme sabiendo que vos estás mal.
–Es inevitable, pero con el tiempo mejorará.
–Gracias por todo. Me salvaste.
–Fue mutuo.
Avance rápidamente hasta ella y la abrace nuevamente. Necesitaba sentirla un tiempo más conmigo. Para siempre.

Dos días después

Me encontraba en el aeropuerto esperando que anuncien mi vuelo. Ya todo había acabado. Estos dos días la había extrañado más y más a Paula, y no podía imaginarme una vida sin ella. Solo esperaba que el destino nos volviera a unir, y que eso fuese eterno.

-------
Sé que es re corto el capítulo, pero es lo que pude llegar a escribir, y antes que nada, es mejor poco, ¿no? perdón. 
Se acerca el final! 

viernes, 24 de julio de 2015

Capítulo 44

PDV Pedro.

Estaba terminando de guardar todo. Me senté en el sillón grande del living permitiéndome suspirar y realizar un paneo general.
Todavía no podía hacerme a la idea de no ver más a Paula. Se había metido tanto dentro de mí que seguramente me iba a ser imposible olvidarla, y sabía que aferrarme a los recuerdos no es una buena idea, porque chocan contra el presente y duele, duele mucho. Aunque ahora, no puedo no recordar su sonrisa y que instantáneamente se me forme una a mí. Suspiro. Todo iba a ser largo y no considero estar preparado.
El timbre suena, y extrañado me levanto dispuesto a abrir. Y allí está. Mi todo.
Parece agitada, como si hubiese estado corriendo hace minutos, por lo que sus mejillas tienen un color rojizo. Sus ojos están tan hermosos como siempre, pero apagados, tristes, sin el brillo de siempre, y no puedo evitar sentirme totalmente culpable, y eso me parte al medio.
–Hola- susurra suavemente, recargándose sobre el umbral de la puerta. Yo imito su acción apoyándome en su diagonal.
–Hola... ¿Queres pasar?–ella hace un mínimo asentimiento con la cabeza y entra, rozando nuestros brazos, provocando una electricidad que me hace necesitarla más, como si eso fuese posible.
–Ya no queda nada... –dice a la vez que mira detenidamente su alrededor.
–Me voy... Ya no tengo nada acá.
–¿Nada? ¿Y yo que soy? –pregunta mirándome fijamente.
–Vos sos todo. Y lo sabes.
–Ya no se nada...–suspira– soy todo pero aun así te vas.
–No puedo quedarme acá, viéndote todos los días, pero aun así sentirte lejos. Sé que no soy capaz de soportarlo.
–¿Y cómo llegamos a todo esto?–pregunta y veo sus ojos con lágrimas.
Sin pensarlo dos veces, me acerqué hacia donde estaba ella y la estreche contra mis brazos. No necesitaba nada más. Sentirla así, pegada a mí pecho y respirando a mi par era todo lo necesario para mí.
–Te necesito y extraño tanto –susurra entre lágrimas.–No podes irte, no dejándome a mí.
–Pau...–susurro y me interrumpe.
–No. Dejame hablar a mí–se separa apenas y me mira– sé que todo es difícil, que hemos tenido problemas, que yo en parte decidí esto, pero no puedo. No podemos separarnos así, sin más. ¿No pensas que lo que sentimos es más fuerte que todo?
 –Claro que lo pienso. Estoy en un momento que todo me desborda. Necesito paz y vos sos la única con la capacidad para trasmitírmela.
–Hablé con Martina– la miré sorprendido– me explicó todo y entendí. Sé que no lo hiciste con mala intención.
–suspire– jamás Paula, jamás haría nada qué implique hacerte sufrir. Pensé que ya lo tenías claro–le dije algo dolido.
–Perdón, en ese momento me cegué. No pude pensar en otra cosa. Te pido perdón.
–Y te perdono.
–me miro incrédula – ¿Así? ¿Simple?
–Sé que tu intención tampoco fue mala, te perdono, pero eso no soluciona nada.
”Me lo imaginaba” la escucho susurrar.
Me separo y camino hasta el sillón, donde me siento y paso mis manos por mi rostro. La cabeza comenzaba a dolerme.
–Te necesito. No quiero que te vayas y me dejes sola, y a su vez afrontes todo tu tratamiento sólo. No. Me niego.
–Pau–la veo arrodillarse a mi lado–yo te necesito a mi lado más que a nadie, pero...–me interrumpe.

–No, nada de peros. Te amo–me dice mirándome con una intensidad que me derrite– Y sé que vos también a mí–sonrío– ¿Nos damos otra oportunidad?

-------------------
Sé que tardé años en volver a subir, pido perdón. Literalmente estoy a mil con todas las clases, voy a intentar subir un capítulo por semana aunque ya pronto terminará. También sé que el capitulo es extremadamente corto, pero bueno, quería volver a subir. Pido nuevamente disculpas. Espero sus comentarios acá, en mi twitter (@togetherthepair) o en mi ask: ask.fm/togetherthepair