–¿Te
sentís mejor? –me pregunta Pedro suavemente.
–Sí–respondo
mientras comienzo a masticar el último trozo del pollo hervido.
–Me
alegro. ¿Queres dormir un rato?
–No,
no tengo sueño.
–Bueno,
¿queres ver alguna película entonces?
–Primero
preferiría que hablemos. No aguanto más –digo dejando el plato sobre mi mesa de
luz y tomando un sorbo de agua.
–Yo
tampoco–dice bajando la mirada unos segundos– perdón por mi comportamiento,
tenes derecho a saber mis cosas, pero también debes respetarme cuando prefiero
no contarte algo.
–Sigo
sin entender porque no me lo podes contar, me estás ocultando algo y no me
gusta–digo sin mirarlo, sabía que si lo hacía rápidamente nos arreglaríamos, y
antes necesitábamos conversar.
–Es
algo de ella. Tenes que hablarlo con ella. Yo mas no te puedo decir, es más, no
sé que mas decirte, pero es todo lo que yo puedo hacer. Me duele que no confíes
en mí.
–No
se trata de desconfianza. No.
–¿Entonces
de que se trata?–pregunta con el ceño fruncido– no te entiendo.
–Y
yo no entiendo que secreto tenes con mi amiga.
–Mira
Pau, no hay nada en el mundo que quiera más que arreglar las cosas con vos,
poder estar bien, pero no vamos a llegar a nada con tu actitud de nena
caprichosa– quise hablar pero me lo impidió – y no lo digo para que te lo tomes
a mal, si no para que entiendas que yo no te voy a decir nada.
–¿Y
entonces ahí termina todo?
–suspira–
¿por qué lo haces tan difícil?
–Yo
no lo hago difícil.
–No
hay mucho más para hablar entonces–dice parándose de la cama.
–¿Te
vas a ir?
–¿Que
pretendes que haga?
–Que
te quedes para hablar.
–rie
irónico – ¿para hablar? Vos tenes una postura, y yo otra, contraria. Vos no vas
a parar hasta que te lo cuente y yo no te lo voy a contar. Es preferible que me
vaya ahora.
–Estas
teniendo una actitud tan inmadura.
–La
tuya es egoísta, y eso es peor.
Mi
corazón latía con fuerza, y miles de lágrimas amenazaban con salir, pero no
quería que él me vea así.
–Una
relación no es así. No se trata de irse cuando no se llega a un acuerdo, si no
de hablar, hasta solucionarlo.
–¿Y
cómo vamos a solucionarlo? ¿Qué pretendes que haga?
–¡No
se! –grité– pero hacé algo, no dejes que esto se vaya así–digo explotando a la
vez que lagrimas comienzan a desprender de mis ojos sin premiso alguno.
–No
me gusta verte llorar, me hace mierda–dijo acercándose a mí.
–¿Por
qué nos lastimamos? ¿Por qué no podemos estar juntos sin ningún problema?
–No
lo sé, supongo que así es la vida, y así son las relaciones.
–¿Así?
¿Cómo la nuestra?
–Todas
son diferentes, pero a su vez todas tienen dificultades.
–Me
agota estar así.
–¿Qué
queres decir?
–suspiro–
lo mejor va a ser tomarnos un tiempo.
–¡¿Qué?!
¡No!, podemos solucionar esto–dice y noto el miedo en sus ojos. Eso hace que se
me cierre el pecho.
–Vos
mismo lo dijiste, ambos tenemos posiciones distintas.
–Pero
no por eso nos vamos a separar, Pau–acuna mi rostro en sus manos y cierro los
ojos– te amo–susurra a milímetros de mi boca– ¿eso no es suficiente?
–me
obligo a abrir los ojos– Pepe, el amor que nos tenemos siempre va a ser
suficiente, pero me parece necesario tomar distancia, que no nos veamos por un
tiempo, eso nos va a fortalecer, estoy segura.
–¿Y
en el medio que pasa? yo te necesito conmigo–tuve que apartar la mirada porque
la suya me mataba, no podía verlo tan débil frente a mí.
Recordé
su tratamiento y me sentí la peor persona del mundo, ¿Estaba dispuesta a dejarlo
solo en este momento? ¿Podría hacerlo?, la única certeza es que ahora, hoy,
necesitaba estar sola.
–Tenes
que entenderme, por favor. Lo necesito.
–¿Y
lo que necesito yo no vale?
–Claro
que sí, siempre, pero todo esto me abrumó.
–¿Vamos
a separarnos por un tercero?
–Nos
separamos por nosotros, nadie más tiene la culpa.
–Está
bien–dice parándose– aunque no comparto tu decisión, por supuesto que voy a
respetarla.
–Vas
a ver que con el tiempo... –me interrumpe.
–El
tiempo no tiene sentido sin vos, no vale–ríe irónico– no sé en qué momento te
volviste tan indispensable en mi vida.
–Y
vos en la mía.
–Lo
disimulas muy bien.
–Pedro...
–No,
tranquila, ya no hace falta decir nada, tal vez tengas razón y nos haga bien.
–Hey,
sabes que a pesar de esto, siempre vas a poder contar conmigo, si necesitas a
alguien, yo estoy.
–¿Y
la distancia?
–Siempre
vas a poder contar conmigo–repito omitiendo su pregunta.
–Que
te mejores.
–Gracias...
y suerte con las sesiones.
–No
va a ser suerte lo que necesite–dice mirándome fijamente a los ojos y sin más
se va.
Escucho
la puerta principal abrirse y a los segundos cerrarse. Mi cuerpo cae sobre mi
cama y es ahí cuando me permito llorar, llorar de angustia, de rabia, y de
todas las emociones existentes.
¿Por
qué siempre que tenemos algún conflicto terminamos así? ¿No es suficiente todo
el amor que nos tenemos?
Me
parte el alma tener que separarme de él, alejarme y dejarlo solo con su
tratamiento, pero hoy siento que necesito ser egoísta y pensar en mi, pensar en
que necesito estar sola, aclarar mis ideas y dudas.
----------------
Perdón por tardar tanto en subir, pero acá está -corto, lo sé-. Quiero aclarar que a partir de hoy voy a subir solo los fines de semana, y que no le quedan mas de 20 capítulos a la novela. Espero sus comentarios y que les guste el capítulo.
Ok voy a llorar!!!:(
ResponderEliminarOh no!!! muy triste este capitulo!!! Pero que bueno que volvistes a subir capitulo!!! se extrañaba mucho esta novela!!!
ResponderEliminarporque me haces llorar , te entiendo tenemos que pasar por l aparte del sifrimiento ojala se resuelva pronto besos
ResponderEliminar