jueves, 13 de noviembre de 2014

Capitulo 2

----
No debe existir peor cosa que saber que en una semana comienzan las clases nuevamente. Debido a eso habíamos organizado con mis amigas –Martina, Florencia y Paz- una semana de pura diversión, una especie de despedida a las vacaciones. Ahora nos encontrábamos en la pileta de mi casa tomando un licuado de banana y durazno cada una junto con nuestros amigos –Gonzalo, Nicolas, Franco y Federico-. Desde el último año de primaria que formamos un grupo muy lindo y desde ahí no nos separamos más.
Mis padres en este momento se encuentran trabajo, por ende ponemos música un poco más fuerte de lo normal, igualmente, por más que estuviesen mis padres la música se puede poner alta. Hija única. Un poco mucho consentida.

-¿Salimos esta noche?-Franco. Le he intentado conseguir novia siempre pero es un caso totalmente perdido.
-Dale, si, disfrutemos los últimos días, por fis-Martina. Es la versión femenina de Franco.
-Bueno, vengan a casa a la noche y hacemos una especie de previa antes de salir- Yo.
-Perfecto- Dijo Gonzalo y me abrazó. A él era al que mas conocía de los chicos, desde el jardín que vamos juntos y nuestros padres son muy amigos.
Le devolví el abrazo y sonreí.
Y así comenzamos a organizar como siempre hacíamos. Los chicos ponían el alcohol y nosotras –las chicas- nos encargábamos de una picadita y las pizzas. Nuestro ritual de siempre.

Mis padres –Alejandra y Miguel- ya habían llegado y mis amigos –chicos y chicas- ya se habían ido. Mi padre era abogado y mi madre doctora, ambos estaban mucho tiempo fuera de casa, pero se ocupaban de mí como nadie. Con mis 17 años era bastante apegada a ellos. Me considero una persona bastante familiar, aunque mi familia sean solo ellos dos, y tal vez esa es la razón que hace que quiera pasar mucho tiempo con ellos.

 -Ma, hoy vienen los chicos y después salimos, como hacemos siempre, ¿sí?- Yo.
-Bueno, a mi a la madrugada me toca trabajar, pero se queda tu padre acá.
-Dale, yo ahora me voy a bañar, se me hizo un poco tarde -20:35hs-.
-Y mas con lo que demoras vos-mi madre y yo solo reí- yo voy a bañarme también así después puedo cenar con tu padre.
-Dale, ma- la saludé con un beso en la mejilla y subí a mi habitación-.
Allí solo agarré una toalla y mi ropa interior y entré a ducharme.

Dicen que la ducha es como una terapia psicológica, y puede ser que concuerde con los que piensan eso.
No me gusta preocupar a mis padres con mis problemas, tampoco es que tenga muchos, pero a esta edad es normal que haya algo que nos preocupe, tal vez no sea muy relevante para los demás pero pienso que si para mí. Siempre hay algún tarado –chico- que a nuestro nivel nos complica un poquito la vida –exagerando-. Igual nada que no se solucione con una ducha y una buena salida con amigos.

Elegí ponerme una calza engomada negra junto a una remerita suelta y mis plataformas preferidas. El pelo me lo saqué y dejé natural. Un poco de maquillaje y terminé poniéndome unos accesorios y mi perfume 212 de Carolina Herrera.

Mis amigas llegaron un poco antes que los chicos así preparábamos la picada. Mientras la hacíamos mi madre se despidió de nosotras y mi padre fue a acompañarla.
Pusimos un poco de música y esperamos que lleguen los chicos.

Era imposible no divertirme con todos ellos, teníamos tantos momentos juntos compartidos, tantas anécdotas que siempre terminábamos llorando de la risa todos por los hechos contados.
-¿Todo bien? –Gonzalo se sentó a mi lado en el sillón y me acarició el pelo con su ternura característica.
-Todo tranqui, sin ganas de comenzar 5to –reímos- ¿vos?
-Exactamente igual, pero por suerte es el último año.
-Si- sonreí- ¿Cami?- Su chica.
-Se fue a la costa con sus padres esta última semanita. ¿Francisco?- El chico que les hablé hoy. Un día sí, un día no.
-Que se yo- suspiré- me cansé un poco, estuvo todo el verano igual, cuando quería él yo tenía que estar, cuando quería yo prácticamente tenía que manejarme, y si bien sé que no soy ni su novia, no da la situación.
-Sabes que no me gusta meterme en estos asuntos porque cada persona lo mira desde un punto de vista distinto e influye mucho lo que siente-tomó un poco de su vaso de vodka- pero me voy a tomar la atribución de decirte que concuerdo con vos. La situación no da por el simple hecho que vos sos una persona y te tenes que hacer respetar o valer –un poco exagerado siempre era- el pibe cuando quiere está con vos y cuando quiere con otra, y perdón que te lo diga así, pero es verdad, y sabes que te mereces mucho más que eso- me abrazó y yo lo abracé más fuerte. Lo quería tanto-.
-Lo sé, igual tranqui, lejos de estar enamorado o algo parecido. Ahora acompáñame a buscar algo de tomar y vamos con los chicos-me sonrió y ayudó a levantar, para después hacer lo que dije-.

Y así pasó la noche, en un boliche disfrutando con mis amigos como a mí me gustaba. 

1 comentario: