----
No
debe existir peor cosa que saber que en una semana comienzan las clases
nuevamente. Debido a eso habíamos organizado con mis amigas –Martina, Florencia
y Paz- una semana de pura diversión, una especie de despedida a las vacaciones.
Ahora nos encontrábamos en la pileta de mi casa tomando un licuado de banana y
durazno cada una junto con nuestros amigos –Gonzalo, Nicolas, Franco y Federico-.
Desde el último año de primaria que formamos un grupo muy lindo y desde ahí no
nos separamos más.
Mis
padres en este momento se encuentran trabajo, por ende ponemos música un poco más
fuerte de lo normal, igualmente, por más que estuviesen mis padres la música se
puede poner alta. Hija única. Un poco mucho consentida.
-¿Salimos
esta noche?-Franco. Le he intentado conseguir novia siempre pero es un caso
totalmente perdido.
-Dale,
si, disfrutemos los últimos días, por fis-Martina. Es la versión femenina de
Franco.
-Bueno,
vengan a casa a la noche y hacemos una especie de previa antes de salir- Yo.
-Perfecto-
Dijo Gonzalo y me abrazó. A él era al que mas conocía de los chicos, desde el jardín
que vamos juntos y nuestros padres son muy amigos.
Le
devolví el abrazo y sonreí.
Y
así comenzamos a organizar como siempre hacíamos. Los chicos ponían el alcohol
y nosotras –las chicas- nos encargábamos de una picadita y las pizzas. Nuestro
ritual de siempre.
Mis
padres –Alejandra y Miguel- ya habían llegado y mis amigos –chicos y chicas- ya
se habían ido. Mi padre era abogado y mi madre doctora, ambos estaban mucho
tiempo fuera de casa, pero se ocupaban de mí como nadie. Con mis 17 años era
bastante apegada a ellos. Me considero una persona bastante familiar, aunque mi
familia sean solo ellos dos, y tal vez esa es la razón que hace que quiera
pasar mucho tiempo con ellos.
-Ma, hoy vienen los chicos y después salimos,
como hacemos siempre, ¿sí?- Yo.
-Bueno,
a mi a la madrugada me toca trabajar, pero se queda tu padre acá.
-Dale,
yo ahora me voy a bañar, se me hizo un poco tarde -20:35hs-.
-Y
mas con lo que demoras vos-mi madre y yo solo reí- yo voy a bañarme también así
después puedo cenar con tu padre.
-Dale,
ma- la saludé con un beso en la mejilla y subí a mi habitación-.
Allí
solo agarré una toalla y mi ropa interior y entré a ducharme.
Dicen
que la ducha es como una terapia psicológica, y puede ser que concuerde con los
que piensan eso.
No
me gusta preocupar a mis padres con mis problemas, tampoco es que tenga muchos,
pero a esta edad es normal que haya algo que nos preocupe, tal vez no sea muy
relevante para los demás pero pienso que si para mí. Siempre hay algún tarado –chico-
que a nuestro nivel nos complica un poquito la vida –exagerando-. Igual nada
que no se solucione con una ducha y una buena salida con amigos.
Elegí
ponerme una calza engomada negra junto a una remerita suelta y mis plataformas
preferidas. El pelo me lo saqué y dejé natural. Un poco de maquillaje y terminé
poniéndome unos accesorios y mi perfume 212 de Carolina Herrera.
Mis
amigas llegaron un poco antes que los chicos así preparábamos la picada. Mientras
la hacíamos mi madre se despidió de nosotras y mi padre fue a acompañarla.
Pusimos
un poco de música y esperamos que lleguen los chicos.
Era
imposible no divertirme con todos ellos, teníamos tantos momentos juntos
compartidos, tantas anécdotas que siempre terminábamos llorando de la risa
todos por los hechos contados.
-¿Todo
bien? –Gonzalo se sentó a mi lado en el sillón y me acarició el pelo con su
ternura característica.
-Todo
tranqui, sin ganas de comenzar 5to –reímos- ¿vos?
-Exactamente
igual, pero por suerte es el último año.
-Si-
sonreí- ¿Cami?- Su chica.
-Se
fue a la costa con sus padres esta última semanita. ¿Francisco?- El chico que
les hablé hoy. Un día sí, un día no.
-Que
se yo- suspiré- me cansé un poco, estuvo todo el verano igual, cuando quería él
yo tenía que estar, cuando quería yo prácticamente tenía que manejarme, y si
bien sé que no soy ni su novia, no da la situación.
-Sabes
que no me gusta meterme en estos asuntos porque cada persona lo mira desde un
punto de vista distinto e influye mucho lo que siente-tomó un poco de su vaso
de vodka- pero me voy a tomar la atribución de decirte que concuerdo con vos.
La situación no da por el simple hecho que vos sos una persona y te tenes que
hacer respetar o valer –un poco exagerado siempre era- el pibe cuando quiere
está con vos y cuando quiere con otra, y perdón que te lo diga así, pero es
verdad, y sabes que te mereces mucho más que eso- me abrazó y yo lo abracé más
fuerte. Lo quería tanto-.
-Lo
sé, igual tranqui, lejos de estar enamorado o algo parecido. Ahora acompáñame a
buscar algo de tomar y vamos con los chicos-me sonrió y ayudó a levantar, para
después hacer lo que dije-.
Y
así pasó la noche, en un boliche disfrutando con mis amigos como a mí me
gustaba.
Me gustan! Me gusta! Me gusta..
ResponderEliminar