viernes, 21 de noviembre de 2014

Capitulo 7

Estaba a punto de salir para el gimnasio cuando siento que tocan timbre, extrañado me dirijo a la puerta y la abro. Paula se encontraba allí, con los ojos rojos e hinchados.
-Pau, ¿estás bien?-pregunté preocupado e hice que pase para cerrar la puerta.
-No, capaz te parezco una desubicada al venir pero vos me dijiste que podía venir y em, me sentía muy mal en mi casa.
-Sabes que si te lo dije es porque esperaba que vengas cuando lo necesites, ¿queres algo para tomar?, ¿un té?
-Si no es mucha molestia un té sí.
-Para nada, ponete cómoda que voy a preparar.
-Te acompaño a la cocina y después nos sentamos juntos.
-Dale-fuimos hasta allí-.
-Estabas por ir al gimnasio, ¿no?-asentí- perdón por venir, no me acordé.
-No tenes que pedir perdón, no me va a pasar nada por no ir al gimnasio una vez. Tranqui-sonreí-.
Ella agarró el celular y escribió algo, para después volver a guardarlo.
-Le mandé un mensaje a Gonza para que no me pase a buscar.
-¿Son amigos hace mucho?-pregunté mientras agarraba la pava con agua ya caliente y llenaba las tazas con la sustancia mencionada.
-Sí, desde chicos, nuestros padres son amigos.
-Qué lindo…-dijiste nostálgico.
-¿Y vos?
-¿Yo qué?-comenzamos a caminar hacia el living y allí nos sentamos en el sillón más grande. Cada uno con su taza-ya vengo.
Volví a la cocina para agarrar un paquete de oreos de la alacena y colocarlas en un plato.
Dejé el mismo en la mesita ratona que se encontraba dónde estábamos y la miré para que vuelva a hablar.
-¿Sos de acá?
-No, de Uruguay, me mudé este año.
-¿Puedo saber el motivo?
-La verdad es que es un tema complicado y doloroso para mí, preferiría ahora no hablar de eso…-tomé un poco de mi té- contame vos, ¿Por qué estabas así?
-¿Viste que hoy a la mañana te dije que mi padre debía venir a buscarme?-asentí- bueno, se olvidó, y mis padres buscan cualquier excusa para discutir y decirse de todo, y sinceramente me hace mal escucharlos así-comenzó a llorar y sin ninguna duda dejé la taza en la mesita y la abracé- es que, yo pensaba que tenía la familia perfecta en cierto modo, y esto me derrumbó por completo, nunca pensé que el amor podía terminarse tan rápido, o de la forma en que terminó para mis padres. Yo los notaba tan felices a ambos, y no puedo creer lo que pasó. Ahora cuando se juntan lo hacen para discutir, y me molesta que no piensen ni un segundo en mí, que no les importe como me siento, es una situación horrible-dijo sin dejar de llorar.
Me partía el alma verla así, simplemente no podía. La abracé fuerte con el fin de intentar que se calme un poco, solo un poco.
-Tranquila, tranquila, yo estoy acá-besé su cabeza.
-Te juro que no comprendo que falló.
-No pienses en eso, eso es algo de tus padres. Puede pasar.
-Pero ellos ahora se odian y me mata verlo así.
-No se odian, estoy seguro que no. Simplemente se acaban de separar y… si vos te sentís así… ¿Cómo pensas que se sienten ellos? No debe ser para nada fácil. Para ninguno de los tres.
-Necesito distraerme, dejar de pensar un poco.
-¿Queres que miremos alguna película o juguemos a algo?
-¿Jugar a algo con tu edad?-dijo separándose de mí y riendo.
-¿Te estas riendo de mí?
-Imposible. ¿A que podríamos jugar?
-A las cartas, a realizarnos preguntas…
-Las preguntas me gustan.
-Comienzo yo, ¿hija única?-bebí un poco de mi té.
-Sí. ¿Vos?
-No-contesté haciendo fuerzas para no quebrarme en ese momento- ¿Color preferido?
-Violeta. ¿Cuántos años tenes?
-22. ¿Vos 17?
-Sí. ¿Estás en pareja?
-No.
-¿No?-negué- que raro.
-Mejor solo que mal acompañado es la frase, ¿no?-ella asintió- ¿Por qué raro?
-No se…-reímos para que se no se vuelva incomoda la situación-.
-¿Vos?
-Nop, sola.
-De vos si es raro-y ella me miró confundida- que se yo, sos linda, y viste que a esta edad todos tienen algo.
-No sé si es tan así, pero de serlo yo soy la excepción-agarró una oreo y se la comió- amo las oreos con mi vida y gracias por lo de linda-dijo sonrojada y bajando un poco la mirada.
-¿Tanto?-pregunté sobre las oreos para no incomodarla. Era lo que menos quería. Estábamos en un clima tan lindo...
-Mucho-reímos-.
-¿Tus padres saben que estas acá?
-Saben que salí, pero no les dije a donde…
-Mandale un mensaje para que sepan que estas bien.
-No les debo importar mucho, no me han escrito nada. Deben estar muy ocupados discutiendo.
-No seas tan cruel con ellos. De verdad no debe ser una situación fácil para ellos.
-Para mí tampoco lo es y no me cuidan. No quiero hablar de eso. Si necesitas que me vaya me decís y…-la interrumpí.
-Nada más lejos que eso, de verdad-le sonreí para darle confianza.
-Perdón por reaccionar así, a veces me siento saturada.
-No pasa nada, ¿queres que veamos una película? Tengo helado.
-Sos lo más-me abrazó- gracias de verdad, no sabes lo bien que me hace esto.
-Nada que agradecer, ¿Qué miramos?
-¿Cuáles tenes?
-Fijate en aquella repisa-le señalé una que se encontraba al costado del televisor- yo voy a buscar el helado.
Cuando volví al living Paula se encontraba muy concentrada buscando alguna película.
-¿Ya te decidiste por alguna?
-Sí, esta- se dio vuelta y me mostró la caja de “Cuando te encuentre”.
-Genial, la pongo y nos sentamos.
Hice lo dicho y la película comenzó.
Agarré el pote de helado junto con una cuchara y se lo di a Paula, ella me agradeció con una sonrisa y comenzó a comer y mirar.

Y si bien seguía pensando en lo raro de todo, nada me hacía mejor que tenerla así, tenerla “conmigo”. 
Conocía la película de memoria, así que simplemente me dediqué a mirar a Paula, con disimulo para no incomodarla. 
Casi al final, cuando el desenlace apareció, ella comenzó a llorar-esa parte lo ameritaba- y yo la abracé. Era una sensación tan linda tenerla en mis brazos que lo quería hacer siempre que tenga oportunidad. 
-Que linda película-comentó cuando la misma finalizó- no te tenía con el perfil de mirar de ese genero-romántico-. 
-reí- no es mía esa.
-¿De quien es, entonces?
-De mi madre- y bajé la mirada. 
-No te hace bien hablar de tu vida privada, ¿no?
-No se si es eso, es que-suspiré- mis padres fallecieron junto a mis dos hermanos-le conté sin poder evitar que algunas lagrimas se desprendieran de mis ojos y ahora fue ella quien me abrazó-. 
Y en ese momento no necesitaba nada mas. 
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Espero que les guste y sus comentarios acá o en mi twitter (@togetherthepair)

3 comentarios:

  1. Que historia fuerte la de pepe... y la de Pau tambien! Me encanta la nove!

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  2. Hola! Me encanta la nove!! Me siento un poco identificada¡ hace cinco años que estoy de novia con mi profe de musica del secundario jajaja me encantaria que me la pases cuando la subas!! @paulitercordoba

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