–Voy
a ser su contención, no su "saco de boxeo"–hago un fallo intento de
imitar su voz–.
–Eso
es desde tu punto de vista.
–Hay
solo un punto de vista.
–Oh,
claro que no, todos tenemos nuestro punto de vista.
–Lo
sé, pero a mí solo me importa mi punto de vista, ¿Vamos a volver a pelear?
–No,
solo que parece que lo único que te importa ahora es él –dice refiriéndose a
Pedro– y ya te olvidas de nosotros– no, celos no.
–Claro
que no es así, nada más lejos de la realidad.
–Lo
disimulas muy bien si no es así.
–¿Qué
te pasa?–pregunto sin dar crédito a lo que está diciéndome.
–Lo
que escuchas. Todo gira sobre Pedro, y si a nosotros nos sucede algo ni te
enteras.
–No
te voy a permitir que digas eso–me paro de la cama y ella repite mi acción – es
verdad que estoy con Pedro en mis ratos libres, ¿Pero con eso qué?, intento
preocuparme y hablar con todos, y estoy segura que sólo vos pensas así.
–Yo
no estaría tan segura...
–Y
si vos pensas así, ¿Por qué no me lo dijiste de una y nos ahorramos esto?
–La
idea era que vos te des cuenta, o que vos quieras saber como estoy.
–Lo
que menos quiero es que te enojes con lo que voy a decir, pero me parece que
estas exagerando un poco, es verdad todo lo que decís en referencia a mi tiempo
libre, pero siempre estuve con ustedes, para todo, ¿Me vas a hacer este planteo
porque una vez en la vida estoy en pareja y trato de cuidar eso?
–Cuando
te des cuenta que estas equivocada, me hablas–dice y se acerca a la puerta, con
la intención de irse. La miro incrédula.
–No
puedo creer lo que me estás diciendo, es el planteo mas infantil de todos, y
perde cuidado que no voy a ser yo la que te vuelva a hablar. Siendo mi amiga de
tantos años, te tendría que alegrar lo que estoy viviendo–ella ríe irónica pero
noto dolor en su mirada.
–No
entendiste nada de lo que te dije, una lástima–dice y abre la puerta para irse.
Quise seguirla pero mis piernas no respondieron, seguía asombrada con la
situación. ¿De qué iba todo eso?
No
comprendía su arrebato, siempre traté de estar para mis amigos, y si bien,
seguramente no me ganaba el premio de mejor amiga del mundo, me consideraba una
buena amiga; se ve que ella no lo ve así. Y me duele. Me duele pelear con una
de mis mejores amigas.
Siento
una presión en el pecho y mis ojos se llenan de lágrimas.
Necesitaba
hablar con alguien que me haga ver si yo estoy equivocada, ¿Quien mejor que
Gonzalo? Él siempre era sincero conmigo.
"¿Venís a casa?
Te necesito"
le escribo rápidamente y me siento a esperar su respuesta.
Las
lágrimas seguían acumuladas en mis ojos, pero se negaban a salir.
Mi
celular vibra logrando que me sobresalte, abro el mensaje y una sonrisa
chiquita aparece en mi rostro cuando leo su confirmación. En diez minutos
estaría en mi casa, y lo agradecía, necesitaba un abrazo suyo.
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–¿Vos
pensas que es así?–le pregunto a Gonzalo una vez que ya le había contado todo.
Él me abrazaba por el costado.
–Es
verdad que estas pasando más tiempo con él, pero eso no tiene nada de malo, es
absoluto, si no todo lo contrario. Estas enamorada y no hay nada más lindo.
Tenes el apoyo de todos–hago una mueca– el de ella también, aunque haya
reaccionado así. Nos pone contentos que vos lo seas.
–Su
reacción no parecía la de una amiga feliz por otra.
–Cada
uno tiene su manera, buena o mala, correcta o no, pero al fin y al cabo todos
reaccionamos distintos, y esa es la manera de ella, de llamar tu atención.
–No
es una linda manera–digo y la angustia vuelve– no la reconocí, te juro. Era
otra. Todavía sigo sin comprender porque me dijo todo eso, no entiendo–él me
mira y simplemente me abraza más fuerte. Agradecía tenerlo, era el mejor amigo
que cualquier persona querría tener.
"¿Nos vemos un
rato a la noche? te extraño"
Recibo
el mensaje, suspiro y me dejo caer en la cama.
"Hoy no puedo,
mañana hablamos"
Gonzalo
me mira y yo le alcanzo el celular para que pueda leer los mensajes.
–¿Vas
a dejar que un comentario de otra persona interfiera o te aleje de él?–me mira
y niega.
–¿Y
que se supone que haga?
–Que
vayas y estés con él.
–No
sé si es buena idea.
–¿Dónde
quedó la Paula segura de sí misma?
–No
lo sé, pero tenes que entender que inevitablemente lo que ella me dijo, me hizo
sentir mal.
–Lo
entiendo, lo que no logro entender es el motivo de ese mensaje tan frío.
–Necesito
pensar... Mañana voy a hablar con él.
–Bueno,
pero no te des mucha manija, vos sabes bien como son las cosas, no te
confundas–ambos nos paramos de la cama– sos la mejor amiga del mundo–sonrío y
lo abrazo. Fuerte.
–Y
vos sos el mejor amigo que la vida me pudo dar, gracias por estar siempre–le
digo con una sonrisa y mis ojos llenos de lágrimas. Sí, soy sensible.
–No
llores, hermanita–el apodo me hace sonreír aun mas, me decía así desde pequeña–
¿Queres que te haga algo para comer mientras te das un baño para
tranquilizante?
–niego–
no miento cuando digo que sos el mejor amigo del mundo, pero no es necesario,
no tengo hambre ahora.
–¿Estás
segura? No me gusta que no comas, estas muy flaca.
–Y
así es como pasas de hermanito tierno a padre insoportable –digo riendo pero él
frunce el ceño.
–Padre
insoportable, mira que bien–dice con una sonrisa picara y removiendo sus manos
juntas. Comencé a caminar hacia atrás hasta que choqué con mi cama, y cuando
quise darme cuenta, estaba tirada en la misma con Gonzalo arriba haciéndome
cosquillas. Reí sin parar por unos largos minutos, hasta que me costaba
respirar.
–Así
me gusta verte. Riendo.
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Ya
había salido de bañarme, y me encontraba terminando los trabajos de hoy.
Suspire cuando intenté concentrarme por quinta vez sin éxito. Respiré
pesadamente y aparté los libros y notebook para poder acostarme.
Necesitaba
estar sola, pensar y aclarar mis ideas. Por más que no lo haya demostrado, las
palabras de Martina me habían confundido, y es lo que menos quería, porque yo
estaba segura de lo que sentía.
Mi
celular vibra y abro el mensaje que aparece en pantalla, era de Pedro: "Pau, ¿Estás bien?, ¿Queres que vaya a
verte?" ¿Es que no entendía que necesitaba estar sola?, suspire cuando
me di cuenta que él no tenía la culpa de nada. Me sentí mal por tratarlo de
manera fría en el mensaje. Tecleo para reivindicarme.
"Pepe, hoy discutí
con una amiga, eso me tiene un poco mal y quiero estar sola, solo eso. Mañana
hablamos. Te amo."
A
los pocos minutos respondió: "Sabes
que cualquier cosa estoy, para vos siempre. Todo va a estar mejor. Me
encantaría poder darte un abrazo pero respeto tu decisión. Te amo,
pequeña"
Sonreí.
Él tenía ese poder, ahora me sentía mejor.
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Espero que les guste el capítulo, y sus comentarios, por favor, acá o en mi twitter @togetherthepair. También pueden hacerlo en mi ask: http://ask.fm/togetherthepair
Tengo pensado escribir el próximo capítulo desde el punto de vista de Pedro, ¿Que les parece?
que no le de pelota al comentario de la amiga, que no se pelee con Pepe porfiiii!!! Me re copa que que el proximo se desde el punto de vista de pedro!
ResponderEliminarque amigapara tener asi es mejor no tener , que no lede bola espero el siguiente besos
ResponderEliminarya comencé a odiar a Martina. Que deje de alejar a Pau de Pepe porque sino la mato, ja ja ja ja!!!!
ResponderEliminarmuy buen capituloooo. cada ves me gusta mas tu novela
ResponderEliminarme podrias pasar los capitulos a @candipauliter? ♥ beso
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