Había
intentado volver a dormir, pero no lo conseguía. Mi cabeza daba mil vueltas, y
no podía dejar de pensar en el bendito mensaje.
Sé
que no insinuaba nada, pero de igual forma había algo que no me cerraba, no
comprendía el motivo de su encuentro y menos de que él no me lo haya comentado.
Cuando
lo miro, noto que él estaba mirándome a mí.
–Estabas muy concentrada, ¿En que
pensabas? –su mirada baja y se encuentra con su celular en mi falda–
¿Por qué tenes mi celular vos?
–Te llegó un mensaje–dije de una–
y bueno, pensé que podía leerlo.
–se acomoda en el respaldo de la cama–
¿De quién era?
–De Martina– su rostro palidece por
un momento– Se vieron hoy–afirmo– ¿No pensabas decírmelo?
–No tengo nada que decirte.
–¿No? –levanto mi voz– yo
pienso que tenes mucho para decirme.
–¿No podemos hablar tranquilos, sin gritar?
–Es que no entiendo porque estás hablando con ella.
–Por algo que no importa. No tenes porque saber siempre todo. Sos mi novia, no mi madre, y ya soy grande para dar explicaciones. – eso dolió.
–Nunca escuché algo tan patético en mi vida como lo que acabas de decir.
–Es que no entiendo porque estás hablando con ella.
–Por algo que no importa. No tenes porque saber siempre todo. Sos mi novia, no mi madre, y ya soy grande para dar explicaciones. – eso dolió.
–Nunca escuché algo tan patético en mi vida como lo que acabas de decir.
–No es patético, es la verdad.
–Claro que no–me paré de la cama– soy tu novia,
por si no sabes, y me tenes que explicar porque hablas con mi amiga–aunque
estemos peleadas seguimos siendo amigas.
–¿Siempre tenes que exagerar todo?
–No entendes nada. Ya veo como confías en mi–comencé
a cambiarme, sin importar que me vea. Estaba lo suficiente enojada como para
fijarme en algo así.
–Es imposible hablar con vos.
–Veo que tenes muchas ganas de hacerlo–digo sarcástica
al verlo cómodamente en la cama.
–Simplemente es algo mío, ¿Podes entender eso
Paula? ¿Qué pensas? ¿Qué te engaño?
–¡NO! –le grito– no soy tan básica. Me molesta
que no quieras decirme que relación los une.
–Te quedaras molesta entonces.
–¿Siempre vamos a terminar así, no?
–Esta vez no es mi culpa. Es culpa de tu
inmadurez.
–Ja–intento tragarme el nudo que se forma en mi
garganta– es tan simple como decirme... –me interrumpe.
–Es tan simple como confiar en mí.
–Vos tampoco confías en mi, si no me lo dirías.
–¿Cómo podes ser tan caprichosa? No puede ser
siempre como vos queres.
–Mejor no sigamos hablando porque nos vamos a
lastimar, y es lo que mas quiero. Cuando confíes en mi llámame.
–Entonces no esperes mi llamado–dice y solo lo
miro negando, para después irme. No podía soportar más las ganas de llorar, de
descargarme.
- - - -
Nos amábamos –estaba segura de eso– pero aún así
no pudimos evitar discutir de esa forma. Sabía que no iba a soportar estar
nuevamente separada de él. Lo necesito, logró meterse en cada parte de mi
cuerpo, en todo sentido.
Igualmente, ahora me encontraba lo suficiente
enojada como para no hablarme por algunos días. ¿Tanto le costaba explicarme el
mensaje? ¿El motivo de su encuentro? No entendía eso. Confiaba en él, y si bien
al principio por unos segundos la palabra “infiel” se me vino a la cabeza, la
descarté al instante, él jamás me haría eso.
Mi cuerpo me pesaba. No podía más del cansancio,
pero aun si seguía golpeando con fuerza la bolsa de boxeo. Necesitaba descargar
mi ira, mi furia. Fueron mis piernas las que fallaron haciéndome caer. Sin
poder evitar, lágrimas comenzaron a salir de mis ojos. Lagrimas de dolor, de
enojo. ¿Por qué nuevamente el amor que no teníamos no era suficiente?
Me levanté y saqué los guantes. Pude ver que
tenia los nudillos rojos, y me ardía un poco, pero sinceramente no me
importaba, no se comparaba al dolor que estaba sintiendo internamente.
Él es igual o más terco que yo, ¿Cómo íbamos a
lograr llegar a arreglar las cosas?
Llegué a casa y estaba mi madre mirando
televisión.
–Hija, ¿Estas bien? –me pregunta parándose.
Supongo que mi aspecto me delató.
–No–digo mirando para abajo– me voy a bañar,
¿Podemos hablar después?
–Claro que si, te preparo algo para comer–quise
hablar pero no me dejó– no acepto un no.
El agua me relajó por completo, me hizo olvidar
por un momento todo. Y nada necesitaba más en ese momento.
Mi madre en mi habitación me esperaba con una sándwich
y un vaso de jugo de naranja. Siempre podía confiar en ella, y más ahora que
sabía lo de Pedro.
–¿Problemas amorosos? –pregunta mientras yo me
acuesto.
–Si... Discutí fuerte con Pedro–me mira esperando
que le cuente el motivo– leí un mensaje que le mandó Martina donde le agradecía
por la charla que habían tenido.
–¿Desconfias de él?
–No–niego con la cabeza también– es solo que no
me quiso contar y no entiendo porque no lo hizo.
–Tal vez es algo privado de ellos. Si confías en
él, no lo pierdas por esta pavada.
–¿Vos decís que yo estuve mal?
–Eso es algo que vos tenes que pensar y fijarte.
Solo digo que por algo no te lo dice. Una pareja se basa en confianza, pero eso
no significa que tienen que contarse absolutamente todo.
–Yo le contaría todo.
–No sabes, si te cuentan algo importante, tal vez
preferís guardártelo para vos.
–De igual manera, él no me trató muy bien.
–¿Te maltrató? –pregunta asustada.
–No, no, tranqui. Solo fue un poco frío. Sentí
que no le importó.
–No piensas así, capaz que es su forma de guardarse,
de no sufrir. Vos intenta hablar con él, su amor lo vale.
–No sé si quiero hacerlo. Aunque ahora el enojo
se fue por la culpa, creo–digo confundida– lo
traté mal yo también...
–En las discusiones pasa eso, a veces necesitamos
hacer sentir mal a la otra persona, para sentirnos mejor nosotros, aunque no lo
consigamos. Cuando lo sientas, llámalo. Nada tiene que ser forzado. Ahora te
dejo así comes algo y descansas.
–Gracias, por todo–besa mi mejilla y nos
abrazamos por unos segundos.
“Mi pequeña, mi ángel” sus
palabras se repiten en mi cabeza una y otra vez, haciéndome sentir mejor, y así
me duermo, con esa frase en eco, dándome esperanza de que todo iba a estar
mejor, de que nuestro amor es
suficiente.
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Capítulo de hoy. Espero que les guste, como también espero sus comentarios. http://ask.fm/togetherthepair si llego a las 750 preguntas, a la noche (del sábado) subo el próximo.
ayyy no.. porque se pelearon. nonono. Genial el capitulo!!! Espero que se arreglen pronto y que martina y pau hablen!
ResponderEliminarbuenisimo el capitulo pero no soporto que se peleen
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