Siempre dije que nunca lloraría por un hombre, al menos a esta edad, y si esa yo me viera en estos momentos me llamaría "idiota", pero decía eso cuando no tenia ni idea lo que era el amor.
Hoy, en la situación que me encuentro me es imposible no llorar por Pedro, por nuestro distanciamiento.
Lo único que quería era estar bien con él, ¿Tanto pedía? ¿Tan complicado es? Veo que si.
Por un lado no soportaba la idea de dejarlo solo mientras esta con su tratamiento, pero por el otro, no podíamos seguir así, tal vez con el tiempo me de cuenta que la decisión tomada es la correcta. Solo esperaba que el tiempo no sea muy largo.
La cabeza comenzaba a dolerme a medida que el llano aumentaba. Me reprendi mentalmente por ello y me obligué a buscar alguna pastilla que calmara dicho dolor.
Hoy, en la situación que me encuentro me es imposible no llorar por Pedro, por nuestro distanciamiento.
Lo único que quería era estar bien con él, ¿Tanto pedía? ¿Tan complicado es? Veo que si.
Por un lado no soportaba la idea de dejarlo solo mientras esta con su tratamiento, pero por el otro, no podíamos seguir así, tal vez con el tiempo me de cuenta que la decisión tomada es la correcta. Solo esperaba que el tiempo no sea muy largo.
La cabeza comenzaba a dolerme a medida que el llano aumentaba. Me reprendi mentalmente por ello y me obligué a buscar alguna pastilla que calmara dicho dolor.
Otra situación que me tenia sumamente preocupada era mi relación con Martina. Llevamos mas de una semana sin hablarnos y eso ya comienza a angustiarme.
Sabia, estaba segura que si intentara comunicarme con ella por algún medio que no sea personal fracasaría completamente, por lo cual mañana iría a verla sin falta. No podíamos seguir así.
Sabia, estaba segura que si intentara comunicarme con ella por algún medio que no sea personal fracasaría completamente, por lo cual mañana iría a verla sin falta. No podíamos seguir así.
Avril Lavigne comienza a sonar desde mi iPhone a la vez que yo entro al baño para darme una reconfortable ducha, que como siempre digo; es la mejor terapia.
El agua caliente cae sobre mi cabello y se desliza por mi cuerpo y por esos segundos siento una paz profunda, una paz perdida.
Cierro mis ojos y me vuelvo a llenar de paz al escuchar la voz de mi querida Avril, entonando uno de mis temas preferidos: Give you what you like.
El agua caliente cae sobre mi cabello y se desliza por mi cuerpo y por esos segundos siento una paz profunda, una paz perdida.
Cierro mis ojos y me vuelvo a llenar de paz al escuchar la voz de mi querida Avril, entonando uno de mis temas preferidos: Give you what you like.
–Hija, Pau–escucho la voz de mi mamá y cierro el libro que estoy leyendo. Lo coloco sobre mi mesita de luz, y de la misma levanto mi taza de té, para tomar un poco.
–Hola–entra a mi habitación – ¿te sentís mejor?
–Si, aunque me duele un poco la cabeza, pero ya tomé algo–busco calor con mis manos sobre la taza.
–se sienta– ¿estas bien?
–Sí–me limito a decir.
–¿Por que será que no te creo?
–¿Por que sos mi madre?– río levemente.
–¿Me queres contar?
–No tengo mucha ganas de hablar, ma...–tomo otro poco de té y siento quemar por segundos mi garganta.
–Okey, pero sabes que siempre podes contar conmigo, sea cual sea el tema.
–Lo sé. Gracias. ¿Te enojas si duermo un rato?
–No, claro que no, te va a hacer bien.
Dejo la taza semi vacía sobre la mesa de luz y mi mamá me tapa. Sonrío.
–Gracias–murmuro cerrando los ojos.
–Te quiero–deja un beso en mi frente y sale cerrando la puerta.
Me acurruco aun mas sobre mi cama y sin mas cierro los ojos dejandome llevar por el cansancio físico y emocional que tengo.
–Hola–entra a mi habitación – ¿te sentís mejor?
–Si, aunque me duele un poco la cabeza, pero ya tomé algo–busco calor con mis manos sobre la taza.
–se sienta– ¿estas bien?
–Sí–me limito a decir.
–¿Por que será que no te creo?
–¿Por que sos mi madre?– río levemente.
–¿Me queres contar?
–No tengo mucha ganas de hablar, ma...–tomo otro poco de té y siento quemar por segundos mi garganta.
–Okey, pero sabes que siempre podes contar conmigo, sea cual sea el tema.
–Lo sé. Gracias. ¿Te enojas si duermo un rato?
–No, claro que no, te va a hacer bien.
Dejo la taza semi vacía sobre la mesa de luz y mi mamá me tapa. Sonrío.
–Gracias–murmuro cerrando los ojos.
–Te quiero–deja un beso en mi frente y sale cerrando la puerta.
Me acurruco aun mas sobre mi cama y sin mas cierro los ojos dejandome llevar por el cansancio físico y emocional que tengo.
–Está durmiendo– siento la voz de mi mama.
–Bueno, si no le molesta, puedo esperar–escucho su voz.
–No se si eso será lo mejor.
–¿Por?–abro los ojos lentamente para acostumbrarme a la luz que se filtra por mi ventana.
–¿Ustedes discutieron?
–Sí...–dice apenas audible.
–No quiero que sufra, Pedro.
–Con todo respeto, eso no es algo que se pueda evitar, o que usted pueda hacerlo. Ella ya es grande, y en una relación–me alegró pensar en que sigue habiendo un nosotros– algunas veces pasa. De verdad tengo algo importante que decirle.
–Yo preferiría que te vayas.
Quise pararme e ir a decirle que se quede, que hablemos, pero recordé que fui yo quien había puesto la distancia, así que tal vez era mejor dejar todo así. Si tan importante es lo que tiene para decirme se comunicará conmigo por teléfono.
–Esta bien, adiós –lo escucho decir.
Suspiro e intento tragarme las lágrimas que amenazan firmemente con salir. Ojalá todo fuese mas fácil. –Mamá–grito mientras me acomodo sobre el respaldo de mi cama.
–Pau–entra– ¿Estas mejor?
–Sí. Te quería pedir un favor.
–Decime, hija.
–¿Podrías hacerme un té y traer algo para comer?
–Claro, enseguida lo hago–agarra la taza de mi mesa de luz, y después de dedicarme una sonrisa sale directo a la cocina –supongo–.
Abro mi libro de Nicholas Sparks y me sumerjo en ese mundo.
Unos minutos mas tarde, mi mamá interrumpe mi lectura trayendo una bandeja, la cual contenía una taza con té, un sobre de edulcorante y un par de galletitas oreos –mi favoritas –.
–Vino Pedro mientras dormías–dice a la vez que se sienta en mi cama.
–¿Que necesitaba?– no iba a decirle que escuché.
–Hablar con vos. Me dijo que discutieron.
–Amm, si, pero no quiero hablar de eso.
–Quiero que estés bien, que no sufras.
–No es algo que vos puedas manejar–repito lo que le dijo él– de igual manera no te preocupes, todo estará bien–no se si digo eso para convencerla a ella o a mi. En fin, solo espero que así sea.
–Cualquier cosa sabes que podes hablar conmigo.
–Lo sé–le doy una pequeña sonrisa y en ese instante sentimos el timbre.
–Voy a abrir.
Agarro la taza y la llevo a mis labios, amaba el té.
Veo a Gonzalo entrar en mi habitación y me sorprendo, pero mas lo hago al ver su aspecto.
Su cabello está mas alborotado de lo normal, en su rostro veo rastros de lágrimas y ropa está desprolija. Me preocupo.
–Gonza–dejo la taza en su lugar inicial–¿Estas bien?
Él me mira al principio sin decir absolutamente nada y eso aumenta mi preocupación. Pareciera como si estuviese teniendo una discusión interna.
–Hey–llamo su atención y centra sus ojos en mi– ¿Podes decirme que te pasa?
Sus ojos marrones se cierran, y al abrirlos noto lágrimas en ellos.
El corazón se me parte y sin dudarlo me paro para abrazarlo. Necesito respuestas, si, y muchas, pero no puedo presionarlo, no al verlo así.
–No se como decírtelo, en realidad no se si deba–murmura.
–Sea lo que sea que te tiene así, tenes que decírmelo–me separo un poco de él – ¿Le pasó algo a tu familia?–niega–¿a vos?–pregunto con miedo pero él vuelve a repetir la acción anterior– ¿a alguno de los chicos?–baja la mirada y no dice nada, pero no hace falta, porque sé que la respuesta es afirmativa. Siento una opresión en mi pecho que es la angustia, y sin notarlo mis ojos están llenos de lágrimas que lentamente comienzan a salir.
–Necesito que hables, por favor–le ruego.
–Martina–susurra y me abraza– ella...–vuelve a suspirar– ay, Dios–siento su llanto y mi cabeza imagina lo peor– ella tiene cáncer.
Mi mundo se detiene y no siento mas nada que no sea mi corazón latiendo fuerte. No. No puede ser cierto. Me siento en mi cama y cubro mi cara con mis manos y me permito llorar, dejando a la luz todas mis emociones.
Y es ahí cuando caigo y me doy cuenta.
Él lo sabía todo.
–Bueno, si no le molesta, puedo esperar–escucho su voz.
–No se si eso será lo mejor.
–¿Por?–abro los ojos lentamente para acostumbrarme a la luz que se filtra por mi ventana.
–¿Ustedes discutieron?
–Sí...–dice apenas audible.
–No quiero que sufra, Pedro.
–Con todo respeto, eso no es algo que se pueda evitar, o que usted pueda hacerlo. Ella ya es grande, y en una relación–me alegró pensar en que sigue habiendo un nosotros– algunas veces pasa. De verdad tengo algo importante que decirle.
–Yo preferiría que te vayas.
Quise pararme e ir a decirle que se quede, que hablemos, pero recordé que fui yo quien había puesto la distancia, así que tal vez era mejor dejar todo así. Si tan importante es lo que tiene para decirme se comunicará conmigo por teléfono.
–Esta bien, adiós –lo escucho decir.
Suspiro e intento tragarme las lágrimas que amenazan firmemente con salir. Ojalá todo fuese mas fácil. –Mamá–grito mientras me acomodo sobre el respaldo de mi cama.
–Pau–entra– ¿Estas mejor?
–Sí. Te quería pedir un favor.
–Decime, hija.
–¿Podrías hacerme un té y traer algo para comer?
–Claro, enseguida lo hago–agarra la taza de mi mesa de luz, y después de dedicarme una sonrisa sale directo a la cocina –supongo–.
Abro mi libro de Nicholas Sparks y me sumerjo en ese mundo.
Unos minutos mas tarde, mi mamá interrumpe mi lectura trayendo una bandeja, la cual contenía una taza con té, un sobre de edulcorante y un par de galletitas oreos –mi favoritas –.
–Vino Pedro mientras dormías–dice a la vez que se sienta en mi cama.
–¿Que necesitaba?– no iba a decirle que escuché.
–Hablar con vos. Me dijo que discutieron.
–Amm, si, pero no quiero hablar de eso.
–Quiero que estés bien, que no sufras.
–No es algo que vos puedas manejar–repito lo que le dijo él– de igual manera no te preocupes, todo estará bien–no se si digo eso para convencerla a ella o a mi. En fin, solo espero que así sea.
–Cualquier cosa sabes que podes hablar conmigo.
–Lo sé–le doy una pequeña sonrisa y en ese instante sentimos el timbre.
–Voy a abrir.
Agarro la taza y la llevo a mis labios, amaba el té.
Veo a Gonzalo entrar en mi habitación y me sorprendo, pero mas lo hago al ver su aspecto.
Su cabello está mas alborotado de lo normal, en su rostro veo rastros de lágrimas y ropa está desprolija. Me preocupo.
–Gonza–dejo la taza en su lugar inicial–¿Estas bien?
Él me mira al principio sin decir absolutamente nada y eso aumenta mi preocupación. Pareciera como si estuviese teniendo una discusión interna.
–Hey–llamo su atención y centra sus ojos en mi– ¿Podes decirme que te pasa?
Sus ojos marrones se cierran, y al abrirlos noto lágrimas en ellos.
El corazón se me parte y sin dudarlo me paro para abrazarlo. Necesito respuestas, si, y muchas, pero no puedo presionarlo, no al verlo así.
–No se como decírtelo, en realidad no se si deba–murmura.
–Sea lo que sea que te tiene así, tenes que decírmelo–me separo un poco de él – ¿Le pasó algo a tu familia?–niega–¿a vos?–pregunto con miedo pero él vuelve a repetir la acción anterior– ¿a alguno de los chicos?–baja la mirada y no dice nada, pero no hace falta, porque sé que la respuesta es afirmativa. Siento una opresión en mi pecho que es la angustia, y sin notarlo mis ojos están llenos de lágrimas que lentamente comienzan a salir.
–Necesito que hables, por favor–le ruego.
–Martina–susurra y me abraza– ella...–vuelve a suspirar– ay, Dios–siento su llanto y mi cabeza imagina lo peor– ella tiene cáncer.
Mi mundo se detiene y no siento mas nada que no sea mi corazón latiendo fuerte. No. No puede ser cierto. Me siento en mi cama y cubro mi cara con mis manos y me permito llorar, dejando a la luz todas mis emociones.
Y es ahí cuando caigo y me doy cuenta.
Él lo sabía todo.
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Hola, espero que les guste el capítulo y espero sus comentarios. No tengo la computadora, por lo cual no tengo la lista completa de los user que tengo que pasar el link, solo algunos, así que si alguno ve que no se la paso me avisa y lo anoto nuevamente. El capítulo no está corregido así que disculpen si hay alguna que otra falta.
Recuerden que voy a estar subiendo los fines de semana, si puedo, a partir del próximo subo dos, si no, solamente uno. Mi twitter @togetherthepair
hay se entero ojala hable con pepe el la va a contener
ResponderEliminarOjala hable con pedro.. me gusto mucho el capítulo!!
ResponderEliminarpor favor pasamela a mi a @silaguirre2008 me encanta esta novela y este capitulo lo encontré de casualidad porque no me lo pasastes
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