viernes, 30 de enero de 2015

Capítulo 32

-¿Me vas a decir a donde queres ir?
-A la casa de Pedro-digo en voz baja y bajando la mirada.
-¿Vos me estás hablando enserio?-pregunta con tono severo.
-Sí, te juro que tiene una explicación, si me dejas ir ahora, te cuento todo.
-Con una condición-la miro.
-¿Cual?-solo esperaba que no me salga con nada raro.
-Yo te acompaño-mis ojos se abrieron y contuve la respiración por un segundo. Bueno, en realidad comparado a lo que me podría pedir eso no era tan malo, acá la cuestión era ver a Pedro, “y que esté bien” susurre para mis adentros.
-Bueno, está bien, ¿vamos ahora, si?-ambas nos paramos.

En silencio bajamos por el ascensor hasta el cuarto piso, y para decir verdad, no fue un silencio cómodo. Cuando salimos, nos dirigimos hasta la puerta C, y sin esperar a tocar abrí, sabía que la mayoría de las veces la dejaba abierta.
El departamento estaba en completo silencio, dando grandes pasos fui hasta su habitación, con mi madre en silencio, ninguna decía ni una palabra.
Mis ojos se llenan de lágrima al ver su cuerpo en el piso, me acerco a él sin pensarlo y cuando voy a levantar su cabeza para apoyarla sobre mi regazo me encuentro con un poco de sangre. Oh, no.
-Mamá-mi voz sale apenas audible y noto que lagrimas se desprenden de mis ojos.
La siento a mi lado y me toma cuidadosamente la cabeza de Pedro. Agradezco haber venido con ella y que sea medica. Gracias por la condición, mamá susurro internamente.
-La herida no es profunda, no va a haber necesidad de cocerlo-dice dejando de mirar la misma- lo voy a subir a la cama y se la voy a limpiar, tráeme un toallita y un poco de agua.
Temblando hago lo que ella me pide, y mil cosas comienzan a pasar por mi cabeza.
No quería que esto vuelva a pasar, necesitaba que él esté bien, que se cure y no le sucedan accidente como estos, y si para eso tuviese que estar las veinticuatro horas del día con él, lo estaría.
Estaba total y perdidamente enamorada de él, y cualquier cosa que lo hagan sentir mejor, sonreír, yo la hago. Por él. Sabía que todo esto no era fácil para él, para ninguna persona lo sería, claramente, pero el estar sin su familia, y lejos de sus amigos le daba un grado peor, mas angustiante.


-Ya está, seguramente en un rato despierte, ¿Me vas a contar que le pasa?
-Sí, vamos al living y te cuento.
Ella asiente y antes de retirarme dejo un beso en la frente de él acompañado con un susurrado “te amo”

-Él se vino para acá porque su familia falleció en un accidente de tránsito, tenía dos hermanos y bueno, sus padres-ella murmura un “que duro debió ser” y deja que continúe- tiene una enfermedad llamada stargardt, seguro la conoces.
-Sí, que tristeza, ¿Cómo va con ese tema?
-Va a comenzar un tratamiento, con eso lo van a poder operar, pero lógicamente tiene mareos y grandes dolores de cabeza.
-Sí, entiendo, ¿Emocionalmente como se encuentra?
-Ahora bien-ella me mira confuso- cuando comenzó con esto estábamos juntos-bajo la mirada por unos segundos- y nos separamos, él decía que no quería que esté con una persona que no va a ver, que yo era chica para eso, que debía disfrutar y esas cosas... Estuvimos un tiempito separados hasta que le hice entender que quería estar a su lado.
-Me hubiese gustado enterarme todo esto en su tiempo.
-Lo sé, y te vuelvo a pedir perdón.
-Es un gran hombre-dice y yo sonrío, completamente de acuerdo con ella.
-Es el mejor, me cuida y respeta como nadie.
-Me alegra mucho escuchar eso. Ahora vamos hasta su habitación que seguro en un rato despierta, después vamos a hablar mejor-nos levantamos a la misma vez y antes de que ella pueda caminar yo tomo su brazo logrando que me mire.
-Gracias, por todo esto. Él es muy importante para mí-me dedica una cálida sonrisa y nos dirigimos hasta la habitación.

-Hey-digo a la vez que lo veo abrir los ojos- ¿Cómo te sentís?
-Como si me hubiese pasado un camión por encima-dice con la voz baja- ¿qué me pasó?
-Te encontré acá desmayado y con un pequeño golpe en la cabeza, seguro te mareaste y caíste-le cuento y él se toca la cabeza-.
-No me duele ahora-su mirada se desvía y la sigo, se fija en mi madre, quien está a unos pasos de nosotros-.
-Vino conmigo y te curó la herida-le explico.
Mi madre se acerca y se sienta lentamente en la cama.
-Hola-saluda Pedro.
-Hola, ¿No te duele?-hace referencia a su cabeza.
-No, por suerte no. Gracias por lo que hizo.
-No hay nada que agradecer-él sonríe débilmente y se produce un silencio un tanto incomodo- Bueno-se para- yo me voy a ir, vos te podes quedar Paula, yo me arreglo con tu padre-mis ojos se abren ante la sorpresa. Tengo la mejor madre.
-Gracias, ma-me paro a su lado y la abrazo-sos lo mas. Gracias por todo.
-Sos mi hija, siempre voy a estar para ayudarte. Pedro, cualquier cosa, consulta o lo que sea podes llamarme.
-Gracias, señora, de verdad-ella se acerca y le da un abrazo.

-Me preocupé mucho cuando te vi en el piso-digo abrazándolo fuerte. Ambos estamos acostados.
-Perdón, lo que menos quiero es preocuparte.
-No tenes que pedir perdón, bobo-dejo un beso en su barbilla.
-¿Por qué estaba tu madre acá?
-Mm, una historia un poco larga, mi madre se enteró lo nuestro, pero después te cuento con más detalles. Ahora solo quiero abrazarte y besarte, mucho.
-¿Siempre vas a querer eso?
-Siempre-digo y me acerco a su boca para dejar un beso en la suya. 

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Perdón por no subir en estos días, estuve un poco colgada. Capítulo un poco corto, pero quise subir igual. Espero que les guste y sus comentarios, por favor. 

3 comentarios:

  1. Me sorprendió la reacción de la mama de Pau, pensé que no iba a aflojar!!! Me encanto en capitulo!

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  2. me sorprendio para bien el cap me encanto besos espero el sig

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  3. muuuuy buen capitulo. espero con ansias el proximo

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