Estoy
intentando recordar si en algún momento viví alguna situación tan incómoda como
la que estoy transitando ahora.
Mi
madre se encuentra en la entrada de mi habitación, mirándonos a Pedro y a mí.
-Emm-vacilo-
¿Todo bien, mami?-me acerco a ella y beso su mejilla- ¿Te acordas que al
comenzar las clases te hablé de Pedro? Mi profesor de matemática-me mira
confusa- él me salvó cuando quisieron robarme-explico rápido.
-Ah,
sí, recuerdo-mira a Pedro- ¿Como andas?, soy Alejandra-se presenta. Situación más
que incomoda- ahora que tengo la oportunidad te agradezco por ayudar a Paula
aquella vez.
-Un
gusto conocerla, Señora. No hay nada que agradecer. No podía permitir que algo
le hicieran-dice y mi corazón se derrite-.
-¿Y
qué hacías acá?-pregunta mi madre sin vueltas.
-me
apresuro a responder- él vive en este edificio y me trajo lo que hicieron en
clases, así no tenía que venir Martina.
-Muy
amable de su parte...
-Si-respondo.
¡Que esta situación se termine ya!
-Igualmente
ya me iba, un gusto Señora Chaves. Nos vemos, Paula.
-El
gusto fue mío.
-Espera
que te acompaño-digo.
-No
es necesario, conozco la puerta de salida. Que te mejores, nos vemos.
Casi
me da un infarto. Agradezco que ya haya terminado la situación.
-¿Donde
están los trabajos que te dio?
-Ya
los guardé en la cuadernola. Total no los voy a realizar hoy.
-Bueno,
voy a cocinar-dijo mirándome desconfiada, pero por suerte no preguntó más.
-¿Que
almuerzo yo?
-Pollo
hervido.
-Mm,
que rico-digo irónica.
Ella
ríe de la misma manera y se marcha de mi habitación. Por suerte la muñeca
derecha la tenía en la espalda así que no pudo ver la pulsera. Después le diría
que fue un regalo de Gonzalo.
La
tarde fue de lo más aburrida. Ninguno de mis amigos pudo venir -venían todos a
la noche-.
Para
mi mala suerte mis padres no estaban, Pedro no podía venir y yo no tenía sueño.
Dudo que exista algo peor -exagerada-.
Así
que me pasé toda la tarde leyendo un libro -Mensaje en la botella de Nicholas
Sparks-. Era un muy buen libro.
Mientras
leía la pagina cincuenta, mi celular sonó indicando un mensaje de Pedro
Pedro:
Hermosa, ¿cómo te
sentís? No sabes las ganas que tenia de estar toda la tarde a tu lado.
Sonreí
y comencé a responderle
Yo:
Lindo, la garganta me
sigue doliendo :(, pero después todo bien. ¡Yo también!, pero bueno, mañana
arreglamos para vernos.
Mientras
esperaba su respuesta comienzo a buscar ropa interior y toalla para bañarme -en
cuarenta y cinco minutos venían mis amigos-.
Mi
celular volvió a sonar cuando yo estaba en el baño, salí rápidamente a buscarlo
y como esperaba Pedro había respondido.
Pedro:
Me alegro. Mañana
desde las nueve am estoy libre, así que voy a esa hora y te preparo una rica
sopita como hoy.
Yo:
A esa hora estoy
durmiendo, jaja. ¡Ya quiero tomarla! Estaba muy rica hoy.
Sin
esperar su respuesta entré a bañarme.
Al
salir, me puse frente al espejo y comencé a cambiarme. Un jean, un buzo canguro
y en los pies me coloqué mis cómodas pantuflas, total me iba a quedar en casa.
Revisé
mi celular y tenía un mensaje de Pedro.
Pedro:
Dejame la puerta
abierta. ¿Qué haces?
Mis
padres siempre se van a trabajar a las siete am y cierran ellos la puerta.
Decido que me levanto cinco minutos después que ellos se hayan ido así dejo la
puerta abierta y vuelvo a dormir.
Yo:
Bueno. Espero a mis
amigos, ¿vos?
-Hija-siento
la voz de mi padre. Sonreí. Amaba que todo volviera a ser como antes- ¿Qué van
a cenar tus amigos?-dijo entrando a mi habitación.
-Pa,
no sé, pero seguramente encarguen pizzas. ¿Yo que como?
-Tu
madre va a cocinarte arroz.
-¿Arroz?
¿Un mísero plato de arroz?-lo miro.
-Pau,
solo por estos días, sabes cómo es tu madre...
-Exagerada.
-Cuidadosa.
-bufo-
está bien, supongo que no me queda otra-mi celular suena.
-Te
dejo que atiendas tu celular, te llamo cuando lleguen tus amigos.
-Dale,
gracias.
Abro
el mensaje y leo.
Pedro:
Terminando de cenar,
a punto de dormir. Que la pases muy lindo, hermosa, y que tengas una linda
noche. Que descanses.
¡Qué
tierno era!
Yo:
¿Ya te vas a dormir?
¿No es muy temprano?
Al
instante responde
Pedro:
Tengo muchísimo sueño,
no dormí bien anoche.
Yo:
¿Otra vez las
pesadillas?
Pedro:
Algo así... Pero no
hay nada de qué preocuparse.
-Hija,
llegaron tus amigos-la voz de mi madre.
Sentí
las risas de ellos.
-Ya
voy-grito.
Yo:
Estoy preocupada si,
mañana hablamos, llegaron mis amigos. Que descanses, te quiero :)
-Basta,
basta-digo cuando no puedo parar de reírme.
Estábamos
haciendo una ronda de chiste y eran tan malos todos que estaba tentada de risa.
-¿Te
sentís mejor, Pau?-Paz.
-Sí,
la garganta siempre me molesta, pero bueno...
-Me
alegro-Florencia.
-Gracias
chicos-sonreímos todos.
Ellos
ya habían terminado de comer las pizzas encargadas, mientras que mi plato –que antes
contenía arroz– estaba vacío.
-¿No
te escribió nunca más Francisco?- Franco.
-No,
no, gracias a Dios no.
-¿Estas
en otra ya?-Nicolas.
Solo
sonrío.
-Contanos-exige
Franco.
-Pedro-dijo
sin más. A ellos nunca les ocultaba nada.
-¿Qué
Pedro?
-Alfonso-responde
Florencia y me río.
-¿El
profesor?-pregunta sorprendido.
-Sip...
-¿Va
enserio la relación?-pregunta Nico.
-Sí,
hace un mes que estamos intentando algo, igual vamos tranqui.
-Igual
tu sonrisa deja todo claro-Paz.
-Estoy
bien. Me hace feliz.
**
Abro
mis ojos a la vez que escucho un “Pau”
-Hija,
nosotros ya nos vamos-escucho la voz de mi madre y abro los ojos-.
-Mm,
bueno, que les vaya lindo.
-Nos
hablamos en la mañana, seguí durmiendo-besa mi frente y sale de la habitación.
Cuando
escuché que la puerta de entrada se cerró, esperé unos minutos y me levanté a
sacar la llave. A los segundos volví a cerrar los ojos junto a mi almohada.
Comencé
a sentir suaves besos en mi cuello, seguido a caricias en mi pelo. Sonreí aún
con los ojos cerrados al saber de quién se trataba.
-Hermosa,
arriba.
-Mmm,
hola-sigo con los ojos cerrados- que lindo que me despiertes.
-Muy
lindo, ¿abrís los ojos? te traje el desayuno.
Lentamente
los abro y me encuentro con su sonrisa. Mi corazón se derrite e imito su gesto.
Sus ojos me miraban con una intensidad tan fuerte, tan linda que sin más me
levanté un poquito y lo besé.
-Gracias
por venir.
-Nada
que agradecer, amo estar con vos.
Miré
la mesita de luz y había una bandeja.
-Te
preparé un té con unas galletas de arroz que encontré. Perdón por el
atrevimiento.
-Muchísimas
gracias. Voy al baño y vuelvo-volví a besar sus labios y me levanté.
-¿Sabes
lo que tengo ganas?
Estábamos
acostados juntos, abrazados.
Lo
miro esperando que continúe.
-Tengo
ganas de que viajes conmigo a Uruguay.
-¿Eh?-pregunto
sorprendida.
-Eso...
¿Qué te parece?
No
me esperaba eso, para nada.
-Me
sorprendiste, es complicado. Necesito un permiso para viajar, lo sabes, y mis
padres no están enterados de nuestra relación.
-Yo
pensaba que ya es hora que lo sepan, ¿o no?
-No-digo
rápidamente y él se separa de mí.
-¿Por
qué no?
-Es
muy rápido.
-¿No
era que el tiempo no importaba?
-Para
nosotros no, pero para ellos sí. No lo van a tomar bien. Debemos esperar más
tiempo.
-¿No
estás segura de lo nuestro?-dijo mientras se levanta de mi cama.
-¿Qué
decís?
-Lo
que escuchas, ¿en que quedó las lindas palabras que nos dijimos ayer?
-No
exageres, Pedro. Solo pienso que es muy rápido para comunicarles a mis padres
sobre eso.
-Te
vuelvo a hacer la pregunta, ¿no estás segura de lo nuestro, no?
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Hola, intenté que el capitulo sea un poco mas largo que los de siempre por anoche no haber subido el que dije que iba a subir. Espero sus comentarios y que les guste el capitulo. @togetherthepair
No dejen de leer las novelas del costado, super recomendadas y muy lindas.
IntrigaON.
ResponderEliminarUyyy no la intriga que me dejaste! Me encanta la nove...
ResponderEliminary lo terminas asi que injusticias que dira pau
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