jueves, 15 de enero de 2015

Capítulo 27

"No se trata de caminos. Hice lo que debía hacer en la clase"
Recibí ese mensaje en cuanto tocó el timbre, y quise ir a buscarlo para hablar y si podía pegarle, mucho mejor, pero claramente me contuve de hacer ambas cosas.
Estaba segura que me había echado de la clase para no verme. Para los dos era una situación sumamente complicada. Cuando comenzamos una relación no tuvimos la precaución de que esto podía llegar a pasar, nos dejamos llevar, nos arriesgamos, y acá estamos.
Sinceramente no podía culparlo, o si, sé que cada uno hace lo que puede, a su modo, a su forma y con sus herramientas, pero si solo me dejara estar a su lado, acompañarlo, todo esto no pasaría. Todo sería mas fácil. Esta situación me estaba agotando. Necesitaba hablar con él, y lo haría.
En lo que quedó de la mañana, los recreos me los pasé adentro del salón. Con Martina no había hablado, y sinceramente no tenia ganas de hacerlo con nadie. Quería y necesitaba estar sola.
-Pau-siento la voz de Gonzalo a mis espaldas-.
-Gonza-me doy vuelta. Estaba regresando a mi casa una vez finalizado el colegio.
-Vamos que te acompaño-comenzamos a caminar- me contó Mar la pequeña pelea que tuvieron-lo miro-.
-No me gusta que me digan lo que debo hacer-susurro a lo bajo.
-Ella no te quiso decir que debes hacer, solo te aconsejó. Tenes que superarlo, y cambiar la pagina.
-¿Vos me estas hablando enserio?-lo miro. Mal-.
-Si, Pau... No saliste mucho con él, y entiendo que te duela, pero si no quiere estar con vos, ¿Que vas a hacer?
-Este es el momento en que me tenes que decir que es una joda-estamos a una cuadra del edificio.
-No es una joda, y lo sabes. No podes tratar mal a todo el mundo por un flaco-llegamos y suerte que lo hicimos-.
–¡No exageres!–le digo exasperada–No trato mal a todo el mundo, solamente tuve un intercambio de palabras con Martina, no es para tanto. Y no es un flaco, es Pedro. Es alguien importante para mi.
–¿Mas importante que Martina?
–Ni mas ni menos–respondo seca. Estoy abrumada.
–Lo conoces hace menos de un año.
–¿Y?, el tiempo no importa, lo conozca hace una semana, o hace un año, me da igual. Lo quiero. ¿Desde cuando te cae mal?
–No me cae mal, solo que no me gusta verte sufrir–suspira.
–Diciéndome lo que me decís, no ayudas a que no lo haga–seguimos en la puerta del edificio.
–¿Que pensas hacer?
–No se, ¿Subís y hablamos mejor?
Él afirma con la cabeza.
–No se que hacer, estoy por volverme loca–estamos sentados en la mesa mientras almorzamos hamburguesas– siento que a él no se le mueve ni un solo pelo.
–Sabes que no es así, debe estar mas destruido que vos.
–¿Y por que se aleja, entonces?
–Él va a sufrir igual si están juntos. Puede que sea menos, pero el sufrimiento va a estar.
–¿Y no es mejor que sea menos?
–suspira– no se como piensa él, o verdaderamente que es lo que piensa.
-imito su gesto– a veces creo que él en el fondo quiere que yo lo apoye, lo busque, cuide–vuelvo a suspirar– pero por otro lado pienso que verdaderamente quiere estar solo, y me siento una pesada molestándolo.
–Nunca nadie quiere estar solo, y menos en su situación. Tal vez quiere hacerse el duro...
–¿Y que debo hacer, entonces?
–¿Y no era que no te gustaba que te digan lo que debes hacer?–me pregunta en tono burlón haciendo que ría.
–Tonto, te estoy pidiendo solo un consejo–bebo un poco de mi jugo de naranja.
–Es algo que tenes que pensarlo vos. Sos vos la que te vas a dar cuenta cuando tenes que dar un paso al costado. Nadie mas que vos.
–No se si me voy a dar cuenta.
–Vas a ver que si. Tranquila, no te des tanta manija con el tema, te va a hacer mal.
–bufo– hoy tengo pensado ir a verlo y darme cuenta si debo o no dar un paso al costado.
**
No se si estoy preparada para dejarlo ir. Para darme cuenta que verdaderamente necesita estar solo.
Me mata el solo hecho de pensar que va a tener que pasar todo solo, yo no me lo puedo permitir. Necesito estar junto a él, sea de la forma que sea. Pero acompañarlo, siempre. Suceda lo que suceda. Seguía intentando buscar alguna explicación a todo, él no se merecía esto, pero nadie dijo que la vida era justa. Es como es, y hay que aceptarla y adaptarnos a ella.
Miro la pulsera que contiene el ancla y sonrío, a la vez que miles de lágrimas se acumulan en mis ojos. Yo soy la que estoy anclada y aferrada a él, y con eso, es que estoy dispuesta a luchar por nuestra relación, porque quiero hacerle frente a lo que se viene, sea cuan duro sea, pero juntos, siempre juntos.
Mi casa estaba en total y completo silencio. Mis padres se habían ido a la casa de unos amigos a cenar. Yo decidí quedarme en la mía.
Cuando el reloj marca las nueve pm, salgo de mi departamento, dispuesta a ir al de Pedro.
Cuando llego, toco timbre y espero. Espero unos segundos, otro par de segundos, y así pasan tres minutos y no recibo respuesta. Vuelvo a insistir al tocar, y sigue el silencio.
Mi mano se coloca en el picaporte de la puerta, y lentamente la giro. Sonrío internamente al notar que no le había puesto llave.
Allí reinaba el silencio hasta que llego al living, todo estaba en perfecto estado pero se escuchaban murmullos a lo lejos. Sin mas camino en dirección a su habitación, y contengo la respiración cuando abro la puerta y lo veo.

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Capítulo corto y tal vez no muy interesante, pero es importante. Me re colgué estos días en subir, así que en el correr del día voy a estar subiendo otro. Espero sus comentarios, por favor.
Capítulo dedicado a Sofi (@everwiththem), te estafe mal estos días, perdón... 

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