A decir verdad, muy pocas veces he
visto a mi madre tan seria, sin una gota de expresión en su rostro.
–Ma, ¿Qué pasa?
–¿Con quién fuiste hoy al colegio?
–Sola–miento–¿Por qué preguntas?
–¿Por qué pregunto?–repite en voz
baja– pregunto porque a mí no me dijeron lo mismo.
Oh. Problemas.
–¿Me vas a decir la verdad? –vuelve
a hablar.
–Fui con Pedro –digo sin más,
mirando para abajo.
–¿Y por que con él? Quiero la
verdad, Paula. No tolero ni una mentira mas–dice severamente.
–Estamos juntos.
–Con tu profesor de matemática...
mira que bien–aparta la mirada.
Nos quedamos unos segundos en
silencio. No pensé que esto iba a pasar, si bien sabía que en algún momento
debíamos contarlo, esta situación me toma por sorpresa, y no grata.
–¿No vas a decir nada? –le pregunto.
–¿Qué pretendes que diga? –me
mira–estoy decepcionada. Creí que confiabas en mí.
–No es eso... solo que–se me llenan
los ojos de lagrimas– solo que es una situación complicada. Sabes que él es más
grande y ustedes no lo iban a aceptar fácilmente.
–Veo que pensaste por nosotros...
–No... bueno, capaz que sí, pero
pensé que era lo mejor por un tiempo.
–Largo el tiempo...
–No, no llevamos mucho tiempo.
–Todas las veces que me habrás
mentido–ríe irónica.
–Te juro que te lo iba a contar, la
idea no era que te enteraras así.
–No quiero que salgas por tres días.
–¿Estas enojadas conmigo? –la voz se
me quiebra.
Ella simplemente me mira, realmente
en sus ojos veo decepción. Se da media vuelta y se va.
Mi mamá es la persona en la que mas
confío, y si bien no le conté de mi relación con Pedro, no fue por falta de
confianza, si no porque es bastante complicado. Él es más grande que yo y mis
padres no se tomarían eso bien, lo sabía. Pero ahora todo había salido peor.
Nunca mi madre –o muy pocas veces– se había enojado conmigo. Ella es bastante
comprensiva a la hora de dejarme salir o darme algo, por eso no tengo necesidad
de mentirle. La primera vez que lo hago, vale por todas las otras.
Sin darme cuenta, mis ojos estaban
llenos de lágrimas, y algunas ya se habían desprendido.
¿Cómo iba a hacer para estar tres
días sin verlo? El colegio ya no era un sitio para vernos ya que él no iba a
estar más.
"Pepe,
¿Como estas? Te extraño"
Le escribí ese mensaje y decidí
darme una dicha rápida.
Mientras el agua mojaba mi cuerpo,
cerré los ojos intentando pensar únicamente en Pedro, para lograr
tranquilizarme. Sus ojos, su mirada, sus besos, y sus abrazos, eso me
tranquilizaba, así que lo recordé.
Mi celular sonó, e ilusionada salí
de la ducha, me saqué rápido y agarré el aparato.
Leí el mensaje un poco desilusionada
al ver que era Martina quien me había escrito.
"Pau,
estoy cerca de tu casa, ¿estás?"
Puse <responder>
"Mar,
si, si, veni"
**
Cuarenta y cinco minutos habían
pasado y Pedro seguía sin responder, un poco más preocupada le envié otro
mensaje:
"Pepe,
¿Estás bien? Respóndeme cuando veas el mensaje"
Mi cabeza en estos momentos no era
una aliada mía, si no todo lo contrario, comenzaba a crear hipótesis y no era
buena idea.
–Pau–escucho que me habla Martina –
¿por dónde andas?–la miro y suspiro.
–Mi madre se enteró de lo mío con
Pedro.
–¿Eh? ¿Cómo?
–No tengo idea. No me deja salir por
tres días y estoy preocupada.
–¿Por?
–Pepe no me responde los mensajes,
tengo miedo que le haya pasado algo, o no sé.
–Mañana lo ves en el colegio.
–No quiero esperar hasta mañana,
además no va a ser mas nuestro profesor–me mira confuso– va a comenzar un
tratamiento y se recomienda que no siga ejerciendo.
–Lo importante es que este bien.
–Obvio, más que nada.
–¿Que pensas hacer ahora?
–No lo sé. Pero estoy segura que no
voy a poder dormir si no tengo la certeza de que está bien.
–¿Queres que yo vaya hasta el
departamento y te escribo un mensaje?
–¿Enserio harías eso?–pregunto con
una sonrisa.
–Sabes que si, voy ahora así te
quedas tranquila.
–Gracias–la abrazo– ¡sos lo más!–
nos separamos– su departamento es en el cuarto piso, vas a encontrar su
apellido.
–Bueno–ambas nos paramos de la cama
y caminamos en dirección a la salida– yo te escribo. Vas a ver que seguro
duerme, o tiene el celular en silencio.
Asisto con la cabeza un poco
insegura.
Seis minutos pasan desde que ella se
fue, y no me ha mandado nada. Comienzo a ponerme nerviosa –más de lo que ya
estaba– y entre poco el piso de mi cuarto tendría un agujero.
Cuando estoy a punto de escribirle
un mensaje, mi celular suena indicando uno de ella, rápidamente lo abro.
"Pau,
no me responde nadie :(, no sé qué hacer"
No. No. Mierda.
"Veo
como puedo salir e ir yo. Gracias por todo. Después te escribo"
Debía hablar con mi madre ya, y
conseguir si o si que me deje ir.
Voy hasta el living, donde ella se
encuentra mirando tele. Me siento en el sillón y carraspeo un poco intentando
llamar su atención sin éxito.
–Mamá–digo suavemente y en ese
momento me mira – sé lo que me dijiste, pero necesito salir–directa.
–¿Si sabes para que venís a decirme
eso? La respuesta desde ya es no.
–Te juro que necesito hacerlo, por
favor.
–¿A donde tenes que ir? Acordate que
no tolero ni una mentira mas–me dice mirándome seriamente.
Oohh tres dias sin verlo no! Ojala pepe este bien! Genial el capítulo!!
ResponderEliminarY quien le dijo a la mama?? Como se entero? Y donde esta Pedro??? No podes dejar el capitulo asiii!!! Espero el próximo con andiasss !!!
ResponderEliminarOH tres dias es mucho que le diga la verdad de lo que le pasa a pedro
ResponderEliminarNO TE PUEDO CREER QUE ME DEJES ASI DE NUEVO VICKY QUE CRUELDAD ME ESTOY MORDIENDO LAS UÑAS *bue* quiero mas dale si
ResponderEliminarmuy buen capitulo .. espero con ansias el proximooo
ResponderEliminar