domingo, 25 de enero de 2015

Capítulo 31

A decir verdad, muy pocas veces he visto a mi madre tan seria, sin una gota de expresión en su rostro.
–Ma, ¿Qué pasa?
–¿Con quién fuiste hoy al colegio?
–Sola–miento–¿Por qué preguntas?
–¿Por qué pregunto?–repite en voz baja– pregunto porque a mí no me dijeron lo mismo.
Oh. Problemas.
–¿Me vas a decir la verdad? –vuelve a hablar.
–Fui con Pedro –digo sin más, mirando para abajo.
–¿Y por que con él? Quiero la verdad, Paula. No tolero ni una mentira mas–dice severamente.
–Estamos juntos.
–Con tu profesor de matemática... mira que bien–aparta la mirada.
Nos quedamos unos segundos en silencio. No pensé que esto iba a pasar, si bien sabía que en algún momento debíamos contarlo, esta situación me toma por sorpresa, y no grata.
–¿No vas a decir nada? –le pregunto.
–¿Qué pretendes que diga? –me mira–estoy decepcionada. Creí que confiabas en mí.
–No es eso... solo que–se me llenan los ojos de lagrimas– solo que es una situación complicada. Sabes que él es más grande y ustedes no lo iban a aceptar fácilmente.
–Veo que pensaste por nosotros...
–No... bueno, capaz que sí, pero pensé que era lo mejor por un tiempo.
–Largo el tiempo...
–No, no llevamos mucho tiempo.
–Todas las veces que me habrás mentido–ríe irónica.
–Te juro que te lo iba a contar, la idea no era que te enteraras así.
–No quiero que salgas por tres días.
–¿Estas enojadas conmigo? –la voz se me quiebra.
Ella simplemente me mira, realmente en sus ojos veo decepción. Se da media vuelta y se va. 

Mi mamá es la persona en la que mas confío, y si bien no le conté de mi relación con Pedro, no fue por falta de confianza, si no porque es bastante complicado. Él es más grande que yo y mis padres no se tomarían eso bien, lo sabía. Pero ahora todo había salido peor. Nunca mi madre –o muy pocas veces– se había enojado conmigo. Ella es bastante comprensiva a la hora de dejarme salir o darme algo, por eso no tengo necesidad de mentirle. La primera vez que lo hago, vale por todas las otras.
Sin darme cuenta, mis ojos estaban llenos de lágrimas, y algunas ya se habían desprendido. 
¿Cómo iba a hacer para estar tres días sin verlo? El colegio ya no era un sitio para vernos ya que él no iba a estar más. 
"Pepe, ¿Como estas? Te extraño"
Le escribí ese mensaje y decidí darme una dicha rápida. 
Mientras el agua mojaba mi cuerpo, cerré los ojos intentando pensar únicamente en Pedro, para lograr tranquilizarme. Sus ojos, su mirada, sus besos, y sus abrazos, eso me tranquilizaba, así que lo recordé. 
Mi celular sonó, e ilusionada salí de la ducha, me saqué rápido y agarré el aparato. 
Leí el mensaje un poco desilusionada al ver que era Martina quien me había escrito. 
"Pau, estoy cerca de tu casa, ¿estás?"
Puse <responder>
"Mar, si, si, veni"

**

Cuarenta y cinco minutos habían pasado y Pedro seguía sin responder, un poco más preocupada le envié otro mensaje:
"Pepe, ¿Estás bien? Respóndeme cuando veas el mensaje"
Mi cabeza en estos momentos no era una aliada mía, si no todo lo contrario, comenzaba a crear hipótesis y no era buena idea. 
–Pau–escucho que me habla Martina – ¿por dónde andas?–la miro y suspiro. 
–Mi madre se enteró de lo mío con Pedro.
–¿Eh? ¿Cómo?
–No tengo idea. No me deja salir por tres días y estoy preocupada. 
–¿Por?
–Pepe no me responde los mensajes, tengo miedo que le haya pasado algo, o no sé.
–Mañana lo ves en el colegio.
–No quiero esperar hasta mañana, además no va a ser mas nuestro profesor–me mira confuso– va a comenzar un tratamiento y se recomienda que no siga ejerciendo. 
–Lo importante es que este bien.
–Obvio, más que nada. 
–¿Que pensas hacer ahora?
–No lo sé. Pero estoy segura que no voy a poder dormir si no tengo la certeza de que está bien. 
–¿Queres que yo vaya hasta el departamento y te escribo un mensaje?
–¿Enserio harías eso?–pregunto con una sonrisa. 
–Sabes que si, voy ahora así te quedas tranquila. 
–Gracias–la abrazo– ¡sos lo más!–  nos separamos– su departamento es en el cuarto piso, vas a encontrar su apellido. 
–Bueno–ambas nos paramos de la cama y caminamos en dirección a la salida– yo te escribo. Vas a ver que seguro duerme, o tiene el celular en silencio. 
Asisto con la cabeza un poco insegura. 

Seis minutos pasan desde que ella se fue, y no me ha mandado nada. Comienzo a ponerme nerviosa –más de lo que ya estaba– y entre poco el piso de mi cuarto tendría un agujero. 
Cuando estoy a punto de escribirle un mensaje, mi celular suena indicando uno de ella, rápidamente lo abro.
"Pau, no me responde nadie :(, no sé qué hacer"
No. No. Mierda. 
"Veo como puedo salir e ir yo. Gracias por todo. Después te escribo"
Debía hablar con mi madre ya, y conseguir si o si que me deje ir. 
Voy hasta el living, donde ella se encuentra mirando tele. Me siento en el sillón y carraspeo un poco intentando llamar su atención sin éxito.
–Mamá–digo suavemente y en ese momento me mira – sé lo que me dijiste, pero necesito salir–directa. 
–¿Si sabes para que venís a decirme eso? La respuesta desde ya es no. 
–Te juro que necesito hacerlo, por favor. 
–¿A donde tenes que ir? Acordate que no tolero ni una mentira mas–me dice mirándome seriamente. 


--------
Espero que les guste el capítulo, y espero sus comentarios acá o en mi twitter @togetherthepair, por favor. 

5 comentarios:

  1. Oohh tres dias sin verlo no! Ojala pepe este bien! Genial el capítulo!!

    ResponderEliminar
  2. Y quien le dijo a la mama?? Como se entero? Y donde esta Pedro??? No podes dejar el capitulo asiii!!! Espero el próximo con andiasss !!!

    ResponderEliminar
  3. OH tres dias es mucho que le diga la verdad de lo que le pasa a pedro

    ResponderEliminar
  4. NO TE PUEDO CREER QUE ME DEJES ASI DE NUEVO VICKY QUE CRUELDAD ME ESTOY MORDIENDO LAS UÑAS *bue* quiero mas dale si

    ResponderEliminar
  5. muy buen capitulo .. espero con ansias el proximooo

    ResponderEliminar